Gortina

Gortina, también conocida como Gortyn, Gortys o Gortyna, es una de las ciudades más importantes de Creta, con un historia que ha permanecido intacta durante más de 6000 años, y uno de los yacimientos arqueológico más extensos de Grecia. Gortina está situada en el centro-sur de Creta en la planicie de Mesara, donde habitaron los primeros cretenses al final del periodo neolítico.

Leyes de Gortina
Leyes de Gortina

Gortyna está situadaa 50 km de la ciudad de Heraklion. Mientras que muchos de los restos que veremos en Creta son de la cultura minoica, este asentamiento fue una importante una capital romana.

Existen varias versiones sobre la fundación de la ciudad: Según la leyenda, Gortina recibe el nombre de su fundador Gortys, el hijo de Radamanthys, rey de Festos y hermano de Minos. Otra leyenda, cuenta que fue fundada por Gortys de Tegea en Arcadia Gortynia.

Una última variación del mito, dice que fue fundada por la Reina Gortyna de Creta, madre del Rey Taurus.

Gortina acaparó la atención de los arqueólogos ya en época de la ocupación Turca a finales del siglo XIX, cuando la civilización minoica era considerada un mito. En 1884, el descubrimiento de la Gran Inscripción por Iosif Hatzidakis, Stefanos Xanthoudides y el italiano Federico Halberr, orientaron sus excavaciones a la zona de Gortina. Las excavaciones duraron hasta los años 40.

A pesar de que los restos arqueológicos que han visto la luz son muy extensos, se cree que parte de la ciudad Romana continua sin explorar. Las piezas halladas en Gortina se pueden ver en el Museo Arqueológico de Heraklion.

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Un poco de historia

Gortina ha estado habitada desde el final de la época Neolítica, que continuó durante el periodo Minoico, a juzgar por la villa encontrada cerca de Mitropolis, no muy lejos de Gortina.

Desde mediados del primer milenio a.C., Gortina sustituyó a Festos como centro de poder en Mesara, con una acrópolis fortificada con el templo de Athena Poliouchos, protector de la ciudad. Después de la conquista romana de Creta en el 67 a.C, se convirtió en la capital de Creta, reemplazando a Knossos. Gortina fue declarada capital de la romana provincia de Creta y Cyrenaica, gobernando no sólo en la isla de Creta sino en parte de Egipto y el Norte de África, una posición que duró hasta la conquista árabe en el 828 d.C. La sociedad era muy estricta, donde una clase, probablemente los Dorios, mandaba por encima de los sirvientes y los esclavos. La vida era dura y ordenada, al igual que la clásica Esparta.

Gortina vivió su esplendor en el siglo 2 d.C, y su ocaso llegó a principios del periodo Cristiano, en el siglo 7 d.C. El cristianismo llegó de la mano de San Tito, mandado por San Pablo para convertir a los isleños, pero después de la invasión sarracena en el siglo 9 d.C, cuando gran parte de la ciudad fue arrasada, Gortina fue abandonada rápidamente.

En el 796 d.C, la ciudad fue prácticamente destruida por un terremoto. Después de la conquista de los árabes en 828 d.C, la capital fue transferida a Chandax, la conocida hoy en día como Heraklion.

Los restos arqueológicos de Gortina, que ocupan una gran superficie de terreno, son sinónimo de una populosa ciudad, construida probablemente con la piedra de cantera romana cerca de la aldea de Ambelouzos, conocida como el Laberinto de Mesara.

Gracias a las Leyes de Gortina encontradas, podemos conocer parte de la historia de la ciudad en su edad más temprana, y también en menor medida, a través de los tratados que existieron entre la Gortina de esta época y sus rivales, especialmente Knossos. Aníbal huyó a Gortina, donde estuvo brevemente después de su derrota en Roma, y más tarde la ciudad ayudó a los romanos a conquistar la isla.

Ruta por Gortina: la ciudad Romana, al sur de la carretera

La ciudad romana domina el sur de la carretera que atraviesa Gortina: en su día, la ciudad romana se extendía desde los bordes de Áyii Dheká hasta Mitropolitanos, entonces conocidos como Lethe, y desde las colinas del norte hasta el sur en las modernas aldeas de Mitrópolis, donde se excavó una basílica romana con preciosos mosaicos (ahora cubiertos). Las ruinas a lo largo del camino principal y otras en la distancia, nos dan una idea de lo impresionante que debió ser la ciudad. Lo más impactante sin duda, es el hecho que muchas de estas ruinas se encuentran desperdigadas por la zona, sin señalización, y ofrece al viajero una sensación de descubrimiento inaudita.

Algunos de los restos excavados se encuentran en zonas valladas. Por ejemplo, cerca de la calle principal se alza un olivo de 1.800 años, que ha crecido rodeado por las ruinas de esta fascinante ciudad.

El Praetorium, palacio del gobernador romano, tiene los restos más extensos, una pila enorme construida en el siglo 2 y reconstruida en el siglo 4, y que fue utilizado como monasterio en tiempos de la ocupación veneciana. En la zona han aparecido columnas de mármol y otras ruinas que dejan entrever lo que se esconde bajo el anciano olivo.

En la misma área encontramos un patio con fuentes y el Nymphaeum. Cerca está también el término del principal acueducto que traía agua desde la región de Zarós. A unos 100 m, al oeste del Praetorium, tenemos el Templo de Pythian Apollo, el más importante de los templos romanos, convertido más tarde en una iglesia, y al lado vemos el teatro, pequeño pero bien conservado. 50 metros al norte tenemos los restos del Templo de Isis y Serapis.

La zona vallada

Desde el teatro o el Templo de Isis y Serapis, podemos subir a la carretera, cruzar el párking que marca la entrada a la zona vallada principal, abierta cada día de 8 de la mañana a 20 de la tarde, y cuya entrada vale unos 4€ (gratis para menores de 18 años y estudiantes de la UE). Justo en la entrada se encuentra la iglesia de Áyios Titos, con su aspe que se alza frente a nosotros. Esta es la única parte de la iglesia que permaneces intacta, pero nos podemos hacer una idea de su forma. Cuando fue construida, en el siglo VI, fue la iglesia del gobernador de la isla, y actualmente es el mejor ejemplo de los restos de una temprana iglesia cristiana en el Egeo: la iglesia tiene un monograma del siglo VI del bizantino emperador Justiniano.

Más allá de la iglesia, se extiende lo que fue el antiguo foro, y cerca vemos la más importante de las reliquias de Gortina, el Odeion, o teatro cubierto, y su Código de Leyes. Las Leyes de Gortina, una serie de piedras grabadas de 9×3 metros, data del 500 a.C., pero sus leyes codificadas eran ya una práctica común. Gracias a las Leyes podemos saber más de una época poco conocida hasta entonces. Las Leyes están escritas en un duro dialecto dórico cretense, inscrito alternativamente de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, para que los ojos puedan leerlo sin apartar la vista, un estilo llamado boustrophedon. El Código no es un sistema completo de leyes, si no una serie de reglas para casos especiales, y muestra una estricta sociedad jerárquica donde hay tres distinciones de clases: ciudadanos, sirvientes y esclavos, separados por derechos y obligaciones.

Por ejemplo, se necesitaban 5 testigos para acusar a un ciudadano por un crimen, mientras que sólo uno podía acusar a un esclavo. Las leyes cubrían temas como la propiedad y herencia, matrimonios mixtos, etc. Los paneles donde se el código está escrito han sido incorporados alrededor del Odeion, que fue construido bajo una columna Trajana en el 100 d.C. y reconstruida en el siglo IV.

En un pequeño pabellón cerca del café, hay una impresionante colección de estatuas, que muestra el alto nivel de trabajo y detalle de esta época dorada.

Al oeste del río: la Acrópolis

Al lado de la zona vallada, pasa el río Mitropolitanos, cerca de un molino abandonado y, a lo lejos, podemos ver el Teatro muy poco conservado. Los vigilantes del yacimiento nos pueden indicar el camino más rápido a la Acrópolis, en la colina sobre el río.  Son pocos los visitantes que se animan a ver esta Acrópolis, pero las ruinas son impresionantes, con unas murallas defensivas romanas conocidas como Kástro, que se siguen alzando a 6 metros del suelo. También podemos ver los escasos restos de un Templo Griego, que más tarde fue convertido en iglesia. Desde este punto en lo alto de la colina, tenemos una vista completa de lo que en su día fue Gortina, y podemos ver las excavaciones que se están llevando a cabo.

Cómo llegar a Gortina

Para llegar a Gortina, debemos tomar la misma carretera que nos lleva a Festos y Matala, a unos 40 minutos de Heraklion.

Desde Heraklion, podemos usar un coche de alquiler o un autobús local hasta el sitio arqueológico: Los buses de Heraklion – Timbaki y Heraklion – Festos salen de la estación de autobuses B en el sur de Heraklion.

Conduciendo hacia el sur a 48 km de Heraklion por la carretera nacional, puedes visitar Agioi Deka y luego 1 km al sur verás señales que indican el camino a Gortyna.

Dónde dormir cerca de Gortyna

En los alrededores de Gortina es posible encontrar hoteles y alojamientos para todos los gustos, ya sea en Matala, Kokkibos Pirgos y Zaros, y también en las montañas alrededor del valle. Una muy buena opción son los alojamientos rurales, con un encanto único, y que también tienen cerca Festos o Agia Triada, como son las casas de Thalori, en Kapetaniana, en un enclave mágico.

Para ver todas las opciones de hoteles cerca de Gortyna, puedes deslizarte por el siguiente mapa:

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